En los años 70, Cali pasó de ser una pequeña ciudad a una gran metrópoli. Fue en este instante donde se definieron su identidad y sus rasgos culturales. Fue el momento, además, que aprovechó la salsa para penetrar y quedarse para siempre en esta ciudad. Es así como Cali adopta la salsa como propia, convirtiéndose en un fenómeno, cultural, musical y comercial.
En un principio la salsa solo tuvo acogida en los estratos populares, pero pronto logró ingresar en los clubes de la alta sociedad. Poco a poco, Cali comenzó a aportar con una gran variedad de conjuntos de salsa a través de orquestas tradicionales, todas con composiciones propias y aplicando el nuevo estilo de salsa. El estilo de baile caleño tiene una peculiar procedencia. Un día un discómano, por accidente (o quizás porque se le ocurrió), aceleró las canciones en los discos de vinilo. De 33 revoluciones por minuto, cambió a 45. Lo que hizo fue apresurar la perilla del tocadiscos, obteniendo un ritmo más rápido y agitado que el tradicional. El cambio confundió a los bailarines, pero asumieron el reto de tratar de bailar la salsa a tal velocidad. Su éxito fue inmediato y la música se difundió en todas las discotecas.
Con la llegada de la orquesta de Richie Ray a Cali, la gente da a conocer su preferencia por bailar aceleradamente la salsa. Por ello, las orquestas debieron comenzar a realizar modificaciones para los toques en vivo, acelerando también sus canciones. Dicha situación otorgó un sello propio al baile de la salsa caleña: el estilo rápido y acrobático. Los bailarines de salsa mueven sus piernas en más de 40 cm 2.
La capital de la salsa En 1982 nació el apelativo para Cali de la “Capital mundial de la salsa” puesto que entre otras cosas, la gente se había aprendido a la perfección el abecedario de la música cubana. Conocían todos los temas e intérpretes puertorriqueños, neoyorkinos y por supuesto colombianos. En ningún otro lugar se bailaba tanta salsa como en Cali. Este ritmo llegó, se quedó y se patentó como baile típico de los caleños. “La salsa caleña está muy bien posicionada. Muchos artistas puertorriqueños están haciendo sus producciones aquí y utilizando músicos colombianos”, asegura Sanín Fernández, 34 años, un joven músico, compositor de salsa y productor de la orquesta Kenabele.” Incluso, cantantes como el famosísimo Mark Anthony, han trasladado su residencia a Cali para hacer trabajos musicales de calidad.
En Cali hay más de 80 agrupaciones de salsa. El entusiasmo por hacer música llegó a tal punto que las mujeres también fundaron sus orquestas femeninas. Asimismo, existen más de 40 escuelas en los barrios populares entre adultos y niños. El máximo representante de la música de Cali ha sido el Grupo Niche, una orquesta que toca salsa. Además, existe un “himno musical” que identifica a Cali y mediante el cual los caleños se sienten representados: “Cali Pachanguero”. “El caleño escucha un instrumento musical y no lo deja pasar”, asegura Luis Eduardo Hernández, “El Mulato”, uno de los mejores bailarines de salsa caleña. Con muchos premios en competencias realizadas en Puerto Rico y EE.UU., El Mulato asegura que “los cubanos y puertorriqueños no lo registran, ya que ellos bailan en segundo tiempo”, explica. Diana Vargas, una bailarina de salsa de 30 años, dice: “Todos nos preguntan cómo hacemos para movernos tan rápido, pero la respuesta es que llevamos la salsa en las venas y desde niños nos inclinamos por aprender a bailarla así”.
La salsa caleña de hoy prevalece como un ritmo musical característico de la ciudad y como uno de sus patrimonios culturales y económicos más importantes, conservando el título de “Capital mundial de la salsa”, a pesar de la influencia de otros ritmos modernos como el rock y el reggaetón. Y a la hora de bailar los caleños tienen pocos rivales: en 2012, y por segundo año consecutivo, se coronaron campeones mundiales en Las Vegas, EE.UU. Pero además, la salsa representa para Cali una importante industria económica y un producto de exportación que en gran medida contribuye al turismo y a su reconocimiento mundial. Existen empresas que se dedican a la fabricación de instrumentos musicales propios de la salsa y más de 400 discotecas que constituyen un importante atractivo turístico. Del mismo modo, se realizan diferentes eventos como la Feria de Cali, que se realiza en época de Navidad, donde se presentan las mejores orquestas de salsa del mundo. Al mejor estilo de Rio de Janeiro, Cali tiene también un “salsódromo”, lugar donde se realiza un desfile único. En un tramo de 1 km, las escuelas locales bailan por las calles mostrando su talento. El público aprecia el desfile de salsa más grande del mundo desde las graderías ubicadas a lo largo del recorrido. El evento dura cinco horas y toma seis meses de preparación.
En julio y agosto de cada año, se realiza el festival “Salsa y verano”, que reúne grupos musicales, bailarines, conciertos y una gran variedad de eventos culturales. Pero el atractivo principal es el “Festival mundial de salsa”, que se realiza en septiembre de cada año. Participan todas las escuelas de salsa de Cali acompañadas de academias de baile de otras ciudades y del exterior, representadas en más de 5000 bailarines. Todo el mundo puede visitar la ciudad de Cali y bailar salsa. Hay muchos lugares donde hacerlo, pero si no eres bueno bailando este estilo de música, seguramente te vas a entretener mucho viendo a los expertos. O, tal vez, prefieras tomar algunas clases directamente de los profesionales salseros, quienes reciben hoy en día a cientos de extranjeros.
En un principio la salsa solo tuvo acogida en los estratos populares, pero pronto logró ingresar en los clubes de la alta sociedad. Poco a poco, Cali comenzó a aportar con una gran variedad de conjuntos de salsa a través de orquestas tradicionales, todas con composiciones propias y aplicando el nuevo estilo de salsa. El estilo de baile caleño tiene una peculiar procedencia. Un día un discómano, por accidente (o quizás porque se le ocurrió), aceleró las canciones en los discos de vinilo. De 33 revoluciones por minuto, cambió a 45. Lo que hizo fue apresurar la perilla del tocadiscos, obteniendo un ritmo más rápido y agitado que el tradicional. El cambio confundió a los bailarines, pero asumieron el reto de tratar de bailar la salsa a tal velocidad. Su éxito fue inmediato y la música se difundió en todas las discotecas.
Con la llegada de la orquesta de Richie Ray a Cali, la gente da a conocer su preferencia por bailar aceleradamente la salsa. Por ello, las orquestas debieron comenzar a realizar modificaciones para los toques en vivo, acelerando también sus canciones. Dicha situación otorgó un sello propio al baile de la salsa caleña: el estilo rápido y acrobático. Los bailarines de salsa mueven sus piernas en más de 40 cm 2.
La capital de la salsa En 1982 nació el apelativo para Cali de la “Capital mundial de la salsa” puesto que entre otras cosas, la gente se había aprendido a la perfección el abecedario de la música cubana. Conocían todos los temas e intérpretes puertorriqueños, neoyorkinos y por supuesto colombianos. En ningún otro lugar se bailaba tanta salsa como en Cali. Este ritmo llegó, se quedó y se patentó como baile típico de los caleños. “La salsa caleña está muy bien posicionada. Muchos artistas puertorriqueños están haciendo sus producciones aquí y utilizando músicos colombianos”, asegura Sanín Fernández, 34 años, un joven músico, compositor de salsa y productor de la orquesta Kenabele.” Incluso, cantantes como el famosísimo Mark Anthony, han trasladado su residencia a Cali para hacer trabajos musicales de calidad.
En Cali hay más de 80 agrupaciones de salsa. El entusiasmo por hacer música llegó a tal punto que las mujeres también fundaron sus orquestas femeninas. Asimismo, existen más de 40 escuelas en los barrios populares entre adultos y niños. El máximo representante de la música de Cali ha sido el Grupo Niche, una orquesta que toca salsa. Además, existe un “himno musical” que identifica a Cali y mediante el cual los caleños se sienten representados: “Cali Pachanguero”. “El caleño escucha un instrumento musical y no lo deja pasar”, asegura Luis Eduardo Hernández, “El Mulato”, uno de los mejores bailarines de salsa caleña. Con muchos premios en competencias realizadas en Puerto Rico y EE.UU., El Mulato asegura que “los cubanos y puertorriqueños no lo registran, ya que ellos bailan en segundo tiempo”, explica. Diana Vargas, una bailarina de salsa de 30 años, dice: “Todos nos preguntan cómo hacemos para movernos tan rápido, pero la respuesta es que llevamos la salsa en las venas y desde niños nos inclinamos por aprender a bailarla así”.
La salsa caleña de hoy prevalece como un ritmo musical característico de la ciudad y como uno de sus patrimonios culturales y económicos más importantes, conservando el título de “Capital mundial de la salsa”, a pesar de la influencia de otros ritmos modernos como el rock y el reggaetón. Y a la hora de bailar los caleños tienen pocos rivales: en 2012, y por segundo año consecutivo, se coronaron campeones mundiales en Las Vegas, EE.UU. Pero además, la salsa representa para Cali una importante industria económica y un producto de exportación que en gran medida contribuye al turismo y a su reconocimiento mundial. Existen empresas que se dedican a la fabricación de instrumentos musicales propios de la salsa y más de 400 discotecas que constituyen un importante atractivo turístico. Del mismo modo, se realizan diferentes eventos como la Feria de Cali, que se realiza en época de Navidad, donde se presentan las mejores orquestas de salsa del mundo. Al mejor estilo de Rio de Janeiro, Cali tiene también un “salsódromo”, lugar donde se realiza un desfile único. En un tramo de 1 km, las escuelas locales bailan por las calles mostrando su talento. El público aprecia el desfile de salsa más grande del mundo desde las graderías ubicadas a lo largo del recorrido. El evento dura cinco horas y toma seis meses de preparación.
En julio y agosto de cada año, se realiza el festival “Salsa y verano”, que reúne grupos musicales, bailarines, conciertos y una gran variedad de eventos culturales. Pero el atractivo principal es el “Festival mundial de salsa”, que se realiza en septiembre de cada año. Participan todas las escuelas de salsa de Cali acompañadas de academias de baile de otras ciudades y del exterior, representadas en más de 5000 bailarines. Todo el mundo puede visitar la ciudad de Cali y bailar salsa. Hay muchos lugares donde hacerlo, pero si no eres bueno bailando este estilo de música, seguramente te vas a entretener mucho viendo a los expertos. O, tal vez, prefieras tomar algunas clases directamente de los profesionales salseros, quienes reciben hoy en día a cientos de extranjeros.
La Fundación Escuela Swing Latino fue fundada en la ciudad de Cali en el año 1999 por el bailarín y coreógrafo Luís Eduardo Hernández, conocido como El Mulato. Tiene su compañía de baile: Swing Latino Tigo, conformada por más de 60 bailarines de altísimo nivel, en las categorías junior y adulto, y 20 bailarines infantiles que emulan prodigiosamente el arte de sus mayores.
Swing Latino es La Escuela de Bailarines de Salsa más deslumbrante y triunfadora del mundo y la imagen autentica del estilo de baile Caleño. La experiencia de la salsa en Cali es tan universal que es más que un simple pasatiempo agradable. “Para nosotros es típico bailar”, dice una de las estudiantes, de la Academia Swing Latino. “Para nosotros es tan común como lo es para los europeos la comida”. Fundada por el cuatro veces campeón mundial de la salsa, Luis ‘El Mulato’ Hernández, Coreógrafo, bailarín. Su tío llamado Palmerita, fue quien lo inició en el baile. Desde niño fue un líder nato, su madre era costurera y le hacía camisas con los retazos de las telas que le mandaban a coser y ante la necesidad parchaba sus zapatos de baile con caucho de neumático. Desde muy joven su madre le repetía: “Tú vienes con un don, desde el vientre ya hablabas”. No fue un buen estudiante, pero nunca abandonó el colegio. En sus años escolares se destacó por ganar siempre en las competencias de atletismo. Estudió actuación durante ocho años y fue el ganador del concurso al mejor actor de los barrios populares de la ciudad de Santiago de Cali cuando cumplió 450 años de fundación. Sin ser buen estudiante, al finalizar el bachillerato recibió de su colegio siete diplomas en reconocimiento a su liderazgo, a su don de artista. En ese periodo creó su grupo de baile: ‘Los Ases del Ritmo’ y se hizo gran bailarín en la Escuela Hermandad Latina. Terminado el bachillerato ingresó al ejército y estando en él se mantuvo en el propósito de dirigir su grupo de baile ‘Los Ases del Ritmo’. Con dicho grupo participó y ganó el concurso Estrellas del Pacífico del Canal Regional de TV. En 1997 ganó el Primer Concurso Nacional de Baile de Salsa y viajó invitado a Puerto Rico, donde residió durante cuatro meses. De regreso al país se dedicó plenamente al baile y “Los inquietos de la Salsa” se transformó en la Escuela de ‘Swing Latino’. A partir de 1999, El Mulato asumió como profesor y bailarín de show. Ganó por segunda y tercera vez, en el 2000 y 2002, el Concurso Nacional de Salsa, acompañado por Marta Montañés. En el 2004, la pareja se coronó Campeona Mundial en el Open de Philadelphia. En el 2005 realizó el reality: ‘Las Súper Estrellas de la Salsa ‘y estrenó la obra: ‘Salsa en las cuatro esquinas del mundo’.